Según algunos terapeutas de pareja, el matrimonio ideal debería ser integrado por personas de semejante nivel económico, social, cultural, religioso, etc.
Pero, personas de diferente condición forman pareja, y esto no tiene que ser considerado un problema a priori ni podemos decir que no tengan buen pronóstico.
Muchas veces la diversidad es un motivador.
Estas parejas “mixtas” pueden estar integradas por personas diversas por sus condiciones, elecciones, valores o rasgos.
· En política: de izquierda y de derecha.
· Una persona con una discapacidad significativa y una persona sin ella.
· Una persona muy joven y una persona de mucha edad.
· Un ateo con un cristiano.
También se puede considerar mixta una pareja entre:
· Un campesino, y una citadina.
· Una persona muy adinerada, con una persona de muy bajos recursos económicos.
· Una persona con un muy alto nivel intelectual, y una persona sin educación.
Etc.
También se escucha el término de pareja despareja referida a:
· Una persona muy alta y una muy baja.
· Alguien muy flaco y alguien muy obeso.
¿Estas diferencias, ser mixtos, realmente tienen algún peso?
Mixto, significa “mezcla”, y esta idea nos puede generar profundo rechazo ya que todos los seres humanos somos esencialmente y básicamente iguales.
El sentido de igualdad es el que se reciente cuando hablamos de parejas mixtas, por eso es que debemos colocar unas notorias comillas a este concepto.
Pero debemos reconocer que existen actitudes milenarias de rivalidad de parte de ciertos sectores de la humanidad hacia otros, por diversas y no siempre muy razonables razones.
¿Cómo son los noviazgos de parejas mixtas, pelean más que los novios “parejos”?
¿Cómo suele influir la oposición de los padres o del medio en ellos?
En el noviazgo y pese al acuerdo mutuo pueden darse situaciones muy irritantes y enojosas si los padres o él círculo más íntimo se opone a la relación.
Todos podemos haber escuchado de algún caso cercano, por ejemplo de una familia tradicional judía que se oponga a la unión con un católico, pueden llegara al punto de amenazas, quitar las herencias o la típica frase “mi hijo murió para mí”.
Esto puede llevar a situaciones muy dolorosas para todos y en ocasiones pueden llegar a separar a la pareja.
Podemos entender que si una pareja logra ser separada por los padres o el medio social, no tenía muy sólidas bases o no estaban maduros para sustentarse frente a la adversidad.
Muchas veces es muy significativo ver como personas que se denominan a sí mismo como liberales, abiertas y comprensivas al enfrentarse a una situación de pareja mixta de un hijo actúan con ambigüedad incomprensible.
Aquello de “yo no soy racista pero no me gustaría que mi hijo se casara con un chino, judío, cristiano, afro americano, etc.”
Esto encierra una indudable hipocresía pero no es poco frecuente que suceda.
¿La idea de incorporar sus valoras positivos sobre igualdad y de reivindicación de la libertad puede sustentar estas relaciones?
El sentido de la igualdad de todos los hombres ante la ley posee idénticos derechos y obligaciones y solo podrían diferenciarse en talentos y virtudes como reza la constitución.
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