domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Cuál será el grupo sanguíneo de mi bebé?

El tipo de sangre que tenga el bebé dependerá de la información genética que herede de sus padres y, a menudo, puede resultar inesperado y sorprendente


A, B, AB, 0... El grupo sanguíneo de un bebé puede resultar sorprendente -incluso, inquietante- para los padres que desconocen o han olvidado los fundamentos de la genética. Es normal. Cuando el grupo de la madre es "A" y el del padre es "B", la lógica lleva a pensar que el niño pertenecerá a uno de estos grupos o, a lo sumo, a la combinación de los dos: "AB". Más difícil es imaginar que el bebé será "0", aunque es posible, e incluso, muchas veces sucede. Del mismo modo, también puede ocurrir que su Rh sea negativo, cuando el de ambos padres es positivo. Pero, ¿cómo puede ser? ¿Cómo se explica que una pareja cuyos miembros son A Rh+ conciba un hijo 0 Rh-? Y más todavía, ¿cómo es posible que haya hermanos con grupos sanguíneos diferentes entre sí?


Entender cómo funciona el grupo sanguíneo
Para entender estas cuestiones y evitar sobresaltos, hace falta repasar algunas leyes genéticas que, además de ser muy simples, obedecen a la lógica (aunque al principio parezca que no).
  • Lo primero que se debe tener en cuenta es que, en cada rasgo de nuestro organismo (como el color de los ojos, el color del pelo o la altura) siempre intervienen dos genes: uno procedente de la madre y el otro, del padre.
  • Lo siguiente es saber que esos genes pueden ser dominantes o recesivos, es decir, algunos tienen más "peso" o posibilidades de manifestarse que otros. El color de los ojos es un buen ejemplo de ello, porque se puede apreciar con facilidad. Si uno de los progenitores tiene los ojos claros y el otro oscuros, probablemente, el bebé los tendrá también oscuros. Sin embargo, en su información genética quedará "oculto" el gen de los ojos claros. Cuando ese niño crezca, sea adulto y forme una familia, sus hijos podrán tener ojos claros si su pareja también los tiene.
  • En el caso de la sangre ocurre igual, aunque no se aprecie a simple vista. Los genes "A" y "B" son dominantes y el gen "0" es recesivo, ya que indica ausencia de "A" y de "B". De esta manera:
    • Una persona "AB" tiene un gen "A" y otro "B".
    • Una persona "A" puede ser "AA" o "A0", pero siempre prevalecerá el gen "A" porque el "0", recesivo, no se manifiesta.
    • Una persona "B" puede ser "BB" o "B0", pero al igual que en el caso anterior, el gen "0" quedará solapado.
    • Entonces, una persona "0" tiene ambos genes "0" porque, si tuviera uno solo, no se manifestaría.
  • De este modo, cuando un padre "A" tiene los genes "A0", y una madre "B" tiene los genes "B0", sus hijos tienen tantas posibilidades de ser "A" como "B", "AB" o "0".
  • ¿Y en el caso del Rh? Es similar. Una persona con Rh negativo es necesariamente "- -", pero quien tiene positivo puede ser "+ +" o "+ -". Esto explica que unos padres con factor Rh+ puedan tener un bebé con Rh-. De hecho, cuando hay dos progenitores positivos "+ -", uno de cada cuatro hijos que tengan será negativo, "- -". Por esta razón, y por las combinaciones explicadas antes, a menudo sucede que el grupo sanguíneo no es el mismo entre hermanos.


Combinaciones que determinan el grupo sanguíneo

Pero entonces, ¿cuál será el grupo sanguíneo del bebé? Unas tablas muy sencillas ayudan a visualizar con claridad las posibles combinaciones.


El grupo sanguíneo:
MadrePadreHijo
Grupo ABGrupo 0Grupo A o B
Grupo AGrupo A, B o AB
Grupo BGrupo B o AB
Grupo ABGrupo A, B o AB
Grupo AGrupo 0Grupo 0 o A
Grupo AGrupo A o 0
Grupo BGrupo A, B, AB o 0
Grupo ABGrupo A, B o AB
Grupo BGrupo 0Grupo 0 o B
Grupo AGrupo 0, A, B o AB
Grupo BGrupo B o 0
Grupo ABGrupo A, B o AB
Grupo 0Grupo 0Grupo 0
Grupo AGrupo A o 0
Grupo BGrupo B o 0
Grupo ABGrupo A o B
El factor Rh:
MadrePadreHijo
Rh -Rh -Rh -
Rh + (+ +)Rh +
Rh + (+ -)Rh + / Rh -
Rh + (+ +)Rh -Rh +
Rh + (+ +)Rh +
Rh + (+ -)Rh + / Rh -
Rh + (+ -)Rh -Rh + / Rh -
Rh + (+ +)Rh +
Rh + (+ -)Rh + / Rh -
Datos de  LAURA CAORSI 

domingo, 4 de diciembre de 2011

"Mamá quiero, comprame, dale"

Educar hijos en el consumo inteligente 
La educación del consumidor comienza en la casa  
La actitud de padres influye en cómo valoran los hijos 

Cuentan de una madre que trataba de inculcar en sus hijos no quejarse cuando para postre solo había naranjas: "Por lo menos demos gracias de que tenemos naranjas". Y así con otros criterios de austeridad. Un día cuando se disponía a poner en funcionamiento el lavarropas se dio cuenta de la falta de jabón en polvo. Lo primero que se le escapó fue una queja. El hijo de cuatro años le alcanzó del baño la pastilla de jabón de tocador: "Mami, da gracias de que por lo menos tenemos este jaboncito".

En épocas de crisis financiera, mucho se habla de inflación, suba de precios, derechos del consumidor, pero ¿nos hemos planteado educar a los hijos para el consumo inteligente? ¿Quién duda de que la más acertada educación del consumidor empieza en casa?

Si una hija exige ropa de marca o usa algo y lo desecha a la segunda puesta; si un niño pide para su fiesta de cumpleaños una torta cara e hipersofisticada; si cuando salimos de casa nos preguntan indefectiblemente "¿qué vas a traerme?", puede ser el momento de plantearnos cómo hemos enseñado a nuestros hijos a gastar y qué criterios les trasmitimos acerca del uso del dinero y de las cosas materiales.

La actitud de los padres en este aspecto condiciona en gran medida el valor que los hijos de todas las edades dan al dinero, al gasto y al ahorro. Qué valoramos y cómo gastamos, los comentarios que hacemos respecto a estos temas tienen una influencia incuestionable en los hijos.

¿Podemos reaccionar ante el consumismo del ambiente o tenemos que resignarnos? Hay padres que a este respecto reflejan actitudes esperanzadas más próximas a una sana filosofía de la austeridad. Consideran que es posible contrarrestarlo por ser negativo para sus hijos al tornarlos caprichosos y dependientes, incapaces de discernir entre lo superfluo y lo imprescindible.

Podemos educar para un consumo sensato, intentando nosotros ser más austeros en el consumo del agua y la luz, evitando que en casa se tiren cosas a medio usar, limitando caprichos sin ceder al chantaje afectivo. Podemos enseñar a administrar el dinero comprando solo lo necesario y suprimiendo lo superfluo como por ejemplo, comer lo que hay sin antojos momentáneos.

A veces tachamos a los adolescentes de light, de que van por la vida usando y tirando, llamándose por el celular incesantemente. ¿No será reflejo del estilo de vida de los adultos?

¿Los chicos nos ven con frecuencia leer, escuchar antes de hablar o hacer con detenimiento algún tipo de labor manual o artística?

Somos los padres quienes, de cara al verano y la época de los regalos navideños, debemos convencernos que el consumismo no aporta nada al crecimiento personal: es un estilo de vida insano e impide el disfrute de tantas cosas sencillas que ofrece la vida.


Deserción escolar.

Un informe de Cepal señala que la mayor deserción escolar en Uruguay se produce en la secundaria. Adjudica como responsables a establecimientos educativos y al entorno familiar. Sugiere como plan de fortalecimiento un mayor acercamiento de la familia al centro educativo.

El niño hiperactivo.

Actualmente se sabe que la hiperactividad suele ir acompañada de déficit de atención. Si es bien tratado durante el tiempo necesario, el exceso de actividad motora, puede desparecer, mientras que el déficit de atención suele ser más persistente.

El País Digital - Ana María Abel

viernes, 2 de diciembre de 2011

Qué hacer cuando los niños se portan mal

En lugar de recurrir a castigos, conviene proponer alternativas ante los malos actos y recompensas ante los buenos
Por AZUCENA GARCÍA 



- Imagen: mdanys -
Asunto crucial para todos los padres: ¿cómo actuar cuando los hijos se portan mal? ¿Qué hacer para que mejoren su conducta? Las respuestas a estas preguntas pueden hallarse al final de un largo camino, pero hay algunos conceptos básicos que conviene tener a mano. El principal, saber que la clave está, como en tantos otros aspectos, en el equilibrio: no caer en el exceso de permisividad, que deriva en pequeños egoístas desacostumbrados a recibir un "no", ni en el autoritarismo castigador, que puede lesionar su autoestima y hacerles creer que sus padres no les quieren.

Marcar normas de comportamiento desde el principio
El comportamiento de un niño se considera "malo" cuando, por defecto o por exceso, no se adapta a lo que se entiende como "normal". Los pequeños adquieren pautas de conducta a medida que crecen, en función de lo que ven y de su propia experiencia, es decir, de las respuestas que obtienen sus propios actos. Por eso es fundamental dar señales claras en los primeros años de vida.
Los padres tienen que cortar el problema de raíz y marcar unas normas desde que los hijos tienen menos de cuatro años
En palabras de Jordi Sasot, médico especialista en pediatría y psiquiatría infanto-juvenil y coordinador de la Unidad de Padiopsiquiatría de la Clínica Teknon de Barcelona, ante la pregunta de qué hacer cuando los niños se portan mal, la respuesta está clara: "Los padres tienen que cortar el problema de raíz y marcar unas normas desde que los hijos son pequeños, menores de cuatro años, y en pequeñas cosas".
"Cada problema -especifica Sasot- debe ser estudiado de manera individual para descubrir su origen, que puede ser educativo, con problemas de comportamiento, o biológico, con trastornos de conducta". En el segundo caso, relacionado con cerca del 40% de los niños hiperactivos, cabe la posibilidad de que el pequeño necesite tratamiento farmacológico porque su mala conducta responde a condicionantes con los que ha nacido.
Sin embargo, las causas del problema no siempre están fuera de la relación entre padres e hijos. En el caso de los "falsos niños con trastornos", los problemas de comportamiento tienen su origen en la sobreprotección de los padres, que solucionan los problemas que el niño tiene que resolver por sí mismo. "Si a los niños menores de tres años les dan de comer los padres, les permiten ir a la cama cuando quieren y les resuelven todos los problemas, no se les educa en la capacidad de frustración y los niños no toleran un 'no'. Este no es el camino correcto", apunta Sasot.

Disputas de poder
Los niños desafían a sus padres cuando no sienten satisfechas sus necesidades y buscan poder. Así lo asegura la pedagoga Elena Roger, quien explica el proceso de estas disputas: "Los padres repiten, recuerdan lo que deben hacer sus hijos, pero con resultados negativos. Luego negocian, razonan y sermonean sin éxito. Cuanto más repiten, más se enfadan, hasta acabar en gritos y amenazas, incluso en insultos y bofetadas. Cuando ya no pueden más, explotan diciendo cosas de las que luego se arrepentirán e infringiendo castigos desproporcionados que nada consiguen mejorar". Con el tiempo, estas rutinas pueden convertirse en patrones destructivos de comunicación, relación familiar y resolución de problemas, "en hábitos familiares que se consideran como la manera normal de convivir en casa".
Los castigos son solo una solución momentánea e inducen un aumento de la agresividad de los niños
Los castigos son contraproducentes en muchos sentidos. Primero, porque son solo una solución momentánea. Cuando el castigo cesa, el niño repite la conducta, perfecciona las travesuras y pierde sensibilidad ante las penalidades. Por otro lado, muchos padres, al notar que el castigo surte efecto en el momento en que lo aplican, tienden a castigar cada vez más y con mayor energía, lo cual los enreda en un círculo vicioso en el que todos pierden. Además, los castigos inducen un aumento de la agresividad de los niños, puesto que el modelo que se les inculca es: cuando estamos enfadados con alguien, es bueno ir contra él. En este mismo sentido, los castigos morales (hacerles sentir culpa) pueden hacer tanto o más daño que los físicos.
"Los hijos a veces nos ponen a prueba para mostrarnos que ellos han cambiado y que las normas, por lo tanto, también han de cambiar -agrega Elena Roger-. Nos desafían continuamente, nos provocan y muchos de ellos nos manipulan hasta llevarnos a su terreno. Entonces, ganan la batalla".

Sanciones, recompensas y alternativas
Lo adecuado es que, en vez de castigos, se apliquen técnicas de sanción con las que el niño advierta las consecuencias de sus actos y de las que solo él será protagonista. Si no hace caso a las normas, deberá aprender por sí mismo a resolver los problemas porque nadie los resolverá por él. Si no quiere comer, no se le ofrecerá otra comida hasta que no termine el primer plato servido. Y si no quiere ir a dormir a la hora que marcan los padres, él elegirá la hora, pero al día siguiente deberá levantarse para ir al colegio o hacer sus tareas como si se hubiera acostado temprano.
El objetivo de los padres es que sus hijos aprendan nuevas pautas de comportamiento para que, a largo plazo, varíen su conducta. Por este motivo, hay que buscar técnicas que consigan efectos duraderos, no momentáneos. "Las políticas de recompensa son las técnicas que nos van a servir para este objetivo de conseguir efectos estables", asegura Joan Romeu i Bes, especialista en neurología y psiquiatría de la Clínica Quirón y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Estas políticas se basan en el hecho de que las personas tendemos a realizar las cosas en las que hallamos un beneficio y evitar las que suponen un esfuerzo o una dificultad que no se recompensará. Cuando se habla de beneficio, no hay que pensar solo en bienes materiales. Romeu afirma que "las recompensas más eficaces son las más inmateriales: el elogio, la atención, el afecto y la compañía".
También se debe tener en cuenta no recompensarlo todo, "como a delfines de acuario". Es mucho mejor hacerlo de vez en cuando, para que el niño no pueda predecir cuándo se le premiará. En este caso, el premio ha de llegar en el mismo momento de la acción que se quiere premiar, porque de lo contrario, hay riesgo de que el niño no lo identifique.
Por último, en el caso de niños muy conflictivos en quienes sea muy difícil detectar conductas que compensar, la recomendación de los especialistas es conversar con los pequeños para informarles de lo poco apropiado que ha sido su comportamiento hasta ese momento y transmitirles conductas alternativas. Es decir: sin exaltarse ni gritar, los padres han de inculcarles nuevas prácticas. Con esta estrategia, además, se estrecharán los lazos entre padres e hijos.

martes, 12 de abril de 2011

Zurdera: informe completo y autoevaluación

Una persona zurda es aquella que maneja mejor su mano izquierda para desarrollar una serie de actividades básicas como escribir, agarrar, alcanzar, jugar, etc. Se detecta durante la infancia. “El niño tiene predisposición por llevar a cabo tareas con su mano izquierda y también utiliza más su pierna izquierda para patear un balón, por ejemplo”, relata el pediatra argentino Sebastián Moirot.
Características importantes a tener en cuenta:
  • · La zurdera no es una enfermedad
  • · No se puede ni se debe corregir
  • · Hasta los cuatro años de edad los niños utilizan sus dos manos sin distinción.
  • · Este fenómeno se da más en varones que en mujeres
  • · El cerebro es quien domina la zurdera. El hemisferio derecho controla la mano izquierda y viceversa.
  • · La primera tienda dedicada a la fabricación de productos para zurdos está situada en Londres. Se venden tijeras, bolígrafos o sillas especiales.
  • .Según diferentes estudios psicológicos entre un 8 y 13 por ciento de la población mundial es zurda.
Posibles causas de la zurdera:
· Testosterona: el exceso de esta hormona durante el embarazo podría afectar el desarrollo.
· Estrés: durante la gestación puede existir una lesión en uno de los hemisferios, el izquierdo.
· Ultrasonidos: los escáneres podrían llegar a dañar al niño no nacido. Aunque esto no está comprobado es un indicio que muchos especialistas siguen a fin de descubrir su veracidad.
“Hay que entender que cada uno nace con diferentes destrezas. Antes ser zurdo era considerado un problema y los padres y maestros hacían cosas impensadas para que los niños revirtieran esta situación, pero no está bien. Los padres deben tener muy en cuenta que no deben hacer nada para contrarrestar esta realidad. El único inconveniente es el social. La sociedad no está hecha para las personas zurdas y este es el problema con el que se deben enfrentar estos niños”, comenta el especialista.
Consejos para los padres y maestros:
  • · Tratar el tema con naturalidad.
  • · Enseñar a los niños desde pequeños y de a poco a enfrentar esta realidad y ayudarlos a realizar las tareas.
  • · Los maestros deben colocarse del lado izquierdo del niño para darle las indicaciones
  • · Es recomendable enseñarles a tomar el lápiz como lo hacen los diestros
  • · Sentarlos al lado izquierdo de los escritorios o junto al lado de otro niño zurdo.
¿Sabía usted que una de cada 10 personas es zurda?
¿Por qué existen los zurdos?

Tal como asegura I.C. McManus, del Colegio Universitario de Londres, el 90% de nosotros somos diestros y el 10%, zurdos. Nuestro cerebro es asimétrico y la mayor parte procesamos el lenguaje con el hemisferio cerebral izquierdo y una minoría, con el derecho. La proporción es parecida a la de diestros y zurdos aunque no coincide exactamente puesto que un 5-6% de diestros procesa el lenguaje con el hemisferio derecho. Como vemos, somos asimétricos en el uso del cerebro, de las manos o de los pies. Más o menos, desde que apareció el género Homo sobre la Tierra, hace tres o cuatro millones de años, la mayoría eran diestros, pero siempre ha habido una cierta proporción de zurdos. Sin embargo, hay pocos trabajos sobre la geografía y la historia de los zurdos. Los datos son difíciles de recoger, sobre todo para antes del siglo XX.
Según McManus, es probable que del 8 al 10% de la población haya sido zurda en los últimos doscientos mil años. Sólo en la Inglaterra victoriana el número de zurdos bajó hasta el 3% durante un tiempo, con el número más escaso hacia 1895, para luego recuperarse, hacia 1945-1950, hasta el 11-12% en hombres y el 9-10% en mujeres. Fueron McManus y su colega Alex Hartigan quienes descubrieron el mínimo de zurdos de la era victoriana a través del estudio detallado de los films documentales que Sagar Mitchell y James Kenyon rodaron entre 1897 y 1913; en 1994 se descubrieron 826 de estas películas y una selección de ellas se publicaron en dos DVDs. Los autores estudiaron, en estas cintas, las conductas que indicaban la zurdera o no de cada persona. El resultado es que había muy pocos zurdos en la última década del siglo XIX. Por lo menos en Inglaterra, aunque no se sabe ni por qué, quizá en parte porque se obligaba a los niños a escribir con la derecha, ni si ocurría igual en otras zonas del mundo.
En Europa, los países más zurdos son Gran Bretaña, Holanda y Bélgica y va disminuyendo la zurdera cuanto más al sur y al este nos movamos (en la Península Ibérica es del 9.63%). Y sobre las razas, hay más zurdos en blancos, asiáticos e hispanos. Parece que hay una diferencia genética más que ambiental puesto que la zurdera de los hindúes que viven en Gran Bretaña es muy baja y es similar hayan nacido allí o en la India.
Una vez demostrado que la zurdera se distribuye más o menos por igual, hacia un 10%, en todas las poblaciones humanas, hay que preguntarse por qué ocurre así. Si fuera una ventaja, hace años que se habría aumentado su porcentaje de presencia; y si fuera una desventaja, habría desaparecido. El que se mantenga en una proporción baja implica que tiene alguna ventaja pero que el coste también es grande. Violaine Llaurens y sus colegas, de la Universidad de Montpellier, en Francia, sugieren que la ventaja es, puede que entre otras, en la lucha, como lo demuestran, en la actualidad, todos los deportes en los que el zurdo parte con cierta ventaja por el desconcierto que provoca en los contrarios. Pero, ¿y el coste cuál es?  
Día del Zurdo - 13 de agosto 
dato muy curioso:  
casi todos los presidentes de los Estados Unidos han sido zurdos (entre las excepciones destaca George W. Bush).

Aprendizaje
En el cerebro existen dos hemisferios: El derecho, que dirige los movimientos del lado izquierdo del cuerpo, y el izquierdo, que rige los movimientos del lado derecho. El cerebro controla el cuerpo de un modo cruzado y casi siempre su parte izquierda es la dominante, por lo que la mayoría de órdenes están destinadas a la derecha del cuerpo.
Pero los zurdos son la excepción, ya que en ellos sucede al contrario: domina el hemisferio derecho y en consecuencia, dirige el lado izquierdo y es a este lado al que manda las órdenes. Fortalecidas por estas razones neurológicas, algunas investigaciones determinan que el hemisferio izquierdo es el responsable del lenguaje, prueba de ello es que las lesiones de dicho hemisferio están relacionadas con la pérdida del habla, y a partir de ahí diversas teorías afirman que en él se encuentran otras funciones como la escritura, la expresión oral, la lógica y el pensamiento abstracto.
Al hemisferio derecho le quedaría relegado el control de la expresión emocional, el lenguaje mímico, la sensibilidad musical y la artística. Esta diferencia llevó a determinar que las funciones que regía el hemisferio izquierdo eran más importantes, por lo que se le pasó a llamar dominante. Las teorías actuales dudan de que el papel desempeñado por el hemisferio derecho, que quedan relacionadas con la creatividad y el ingenio, sean secundarias.
Según el doctor Förster, “un niño menor de un año aún no ha conseguido definir su lateralización, es ambidiestro, es decir, desarrolla con ambas manos la misma habilidad, no teniendo una preferencia de mano definida, y en muchas tareas motoras utiliza ambas manos con la misma eficiencia”.
Es entre los 2 y 4 años cuando se establece la preferencia defintiva de una mano a otra. Si el niño de más de 4 años aún se muestra ambidiestro, es recomendable consultar al pediatra para evaluar la posibilidad de que tenga problemas en su maduración motriz.
Sólo alrededor de los 6 años, al inicio de la enseñanza básica, se tiene certeza respecto si el niño es diestro o zurdo porque debe optar por una mano dominante para la escritura. Puede darse también lo que se denomina ‘lateralización cruzada’, cuando por ejemplo se es diestro de mano y zurdo de ojo, o viceversa. Sin embargo, la especialización de los hemisferios cerebrales es una función que va madurando y emergiendo a medida que ocurren los cambios estructurales del sistema nervioso propios del desarrollo infantil, y la especialización de un hemisferio cerebral en tareas de control motor fino de la mano y en habilidades de lenguaje, llevará a mayores logros funcionales.

Autoevaluación
USTED PUEDE SER MÁS ZURDO DE LO QUE PIENSA
Todos sabemos en que mano sostenemos una pluma o un lápiz, pero ¿cómo se extiende esto a lo largo de nuestro cuerpo? ¿Es usted zurdo de pierna? ¿zurdo de vista? Aquí está una prueba simple que usted puede realizar.
1. Imagínese que el centro de su espalda pica. ¿Con qué mano usted la rasca?
2. Entrelace los dedos de las manos. ¿Qué pulgar es el que queda más arriba?
3. Imagínese que usted está aplaudiendo. Comience a aplaudir. ¿Qué mano es la que sobrepone?
4. Guiña frente un espejo como si coqueteara. ¿Con qué ojo hizo el guiño?
5.Ponga sus manos detrás suyo, que una sostenga a la otra. ¿Qué mano es la que sostiene?
6. Alguien delante de usted está gritando pero usted no puede oír bien. Acerque su oído para oír mejor y ayúdese con una mano. ¿Qué oído usted acerca?
7. Cuente hasta tres con sus dedos, usando el índice de la otra mano. ¿Qué índice utilizó?
8.Incline su cabeza hacia algún costado para tocar un hombro. ¿Qué hombro toca?
9. Fije un objeto distante pequeño con sus dos ojos y apunte directamente con su índice. Ahora cierre un ojo. Ahora ábralo y cierre el otro. ¿Qué ojo estaba abierto cuando la yema del dedo permanecía en línea con el objeto pequeño? (cuando el otro ojo, el no-dominante, está abierto y el ojo dominante está cerrado, el dedo parecerá moverse a un lado del objeto.)
10. Cruce sus brazos. ¿Qué antebrazo es el sobrepuesto?
11. Al hojear una revista o un libro, al buscar información o una página en especial en un cuaderno. ¿En que sentido lo haces, de atrás para adelante o de adelante para atrás? ¿que mano usas?.
A través de estas preguntas te darás cuenta que uno no es 100% diestro o zurdo, siempre existe algún grado de lateralidad cruzada.


Estadísticas
• Se calcula que existen más 200 millones de zurdos repartidos por todo el planeta.
• Los recién nacidos zurdos rondan el 25% del total; sin embargo, en la infancia la proporción desciende hasta un 10% por aquellos que se pasan a derechos.
• Según un estudio realizado hace tres años, el porcentaje de zurdos en España oscila entre un 10% y un 11.5% de la población, en Europa alcanza un 12-13% y en Estados Unidos puede llegar a duplicarse o triplicarse.
• Sólo se sabe de una tribu de zurdos: los Taymir, del ártico ruso, donde un 75% de la población es zurda.
• La posibilidad de que dos padres derechos tengan un hijo zurdo es del 2-4%.
• Si el padre es zurdo y la madre derecha crece hasta un 10%, y alcanza el 14% cuando la zurda es la madre.
• Las probabilidades superan un 46% si ambos cónyuges utilizan la mano izquierda.
• La incidencia en los gemelos, o sea que uno de los dos nazca zurdo, es del 20%.
• La mayoría de los zurdos manuales lo son también oculares, pero también un importante número de derechos emplean preferentemente el ojo izquierdo cuando sólo utilizan uno de ellos.
Quizá, en nuestra sociedad industrializada y tecnológica, los zurdos tienen más accidentes. Se ha observado, nos cuentan Llaurens y su grupo, que estos accidentes se deben a que la mayoría de los aparatos y herramientas se construyen para diestros y, para un zurdo, es más fácil tener un accidente. Sin embargo, esta sociedad sólo tiene cientos de años y no es posible que haya producido resultados en el curso de la evolución. Además, en ninguna de las sociedades tradicionales la proporción de zurdos supera el 30%.